Ya hemos dejado el calor atrás, y al entrar en el otoño, regresan los resfriados o catarros. En esta época del año dichas enfermedades son las protagonistas, ya que los cambios de temperatura, la humedad y un tiempo más frío favorecen su aparición.
Los causantes de los catarros son virus que mutan con cada cambio de estación, por ello no adquirimos inmunidad permanente contra ellos.
Por lo general, el catarro común se trata de una enfermedad benigna que cura en unos días, aunque personas con otras enfermedades y/o de edad avanzada puede tener mayores complicaciones.
Síntomas
Los síntomas del resfriado son dolor faríngeo, picor de garganta, malestar general con o sin fiebre, obstrucción nasal, mucosidad, tos seca o ligeramente productiva, menor capacidad de esfuerzo, dolor de cabeza.
Lo habitual es que los 3-4 primeros días los síntomas sean más intensos, y gradualmente vayan decayendo en el transcurso de una o dos semanas.
Las posibles complicaciones incluyen otitis, bronquitis, neumonía, sinusitis, etc.
Prevención
- La medida más importante es tener una buena higiene, con un lavado frecuente de manos para evitar el contagio.
- Ventilar bien los habitáculos.
- Evitar la dispersión del virus cuando ya se está enfermo (reposo en casa, utilizar pañuelos de usar y tirar, evitar el contacto continuo con mucha gente en espacios cerrados…)